Frases pequeñas se hacen versos,
provienen de frases pequeñas,
la vida escrita sin excesos,
refranes rimando las peñas...
Con sílabas nacen los versos,
medicen por dentro con señas,
que uno se mete en las gruesas
y profundas danzas porteñas...
Emocionadas, las letras van apareciendo,
muy felices, en unas sola dirección
inacabable como una linea recta, haciendo
que se hacen , sin hacer, letreros en callejón...
Saltan las chispas un ingenio sin par, tejiendo
las frases, los versículos dándose una cancion
de varias notas musicales, amaneciendo
el áurea implecable, ese gran sol de la pasión...
Se agolpan las palabras en un cálido tropel,
y las letras apretujadas, siguen el tono
de la intensión juramentada de un brioso corcel
despertándose los versos en su hermoso trono...
Repito, firmes en su papel,
van emergiendo sin encono,
muy recios, dentro de su vergel,
hechos en su ritmo unísono...
Así se va ideando un poema:
con versos enlazados corriendo uno tras otro,
cantando, llorando, tristes, alegres sin flema,
tal cual un vigoroso potro...
Porque al final, la fuerza de optar por un buen tema,
le va a dar la vida que se ha buscado,
la de permanecer siempre en la gloria
de haberse nacido para la gran eternidad...
Antonio, SFCA., Sep. 3-11.
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